«Cloud centric» vs «Desktop Centric»
Efectivamente, el ahora llamado Lightroom Classic CC sigue siendo una excelente opción para organizar grandes colecciones de fotos y llevar a cabo el revelado de archivos raw. Sin embargo, igual que siempre he defendido sus virtudes, llevaba mucho tiempo manifestando mis recelos ante el incierto futuro de esta aplicación. Y su reconversión en Lightroom Classic no hace sino confirmar mis peores temores.
Para justificar la convivencia de las dos versiones de Lightroom, se han inventado una dualidad de flujos de trabajo: «cloud centric» y «desktop centric«, que podríamos traducir como «trabajar en la nube» o «trabajar en local» (o sea, con almacenamiento en el propio ordenador, disco externo, etc.). Como ya dije en una de las entradas previas, es perfectamente posible combinar ambas formas de trabajo desde una misma aplicación – la distinción cloud/desktop me parece artificial, metida con calzador. Creo que el motivo de esta imposición se subdivide, a su vez, en otras dos estrategias:
- Siguiendo con su teoría de que Lightroom es demasiado complicado (traducción: queremos cambiar de usuarios), dar las dos opciones, local y nube, podría dar lugar a alguna confusión. «Obligar» a que todo sea en la nube es una forma de encauzar al máximo el flujo de trabajo de importación. Menos opciones, pero también menos problemas.
- Pero, a la vez que captan usuarios de otro perfil, necesitan ir apartando (poco a poco, sin que se note) a los usuarios del perfil antiguo que no puedan o no quieran adaptarse al nuevo sistema. La división en flujos de trabajo distinto les sirve como excusa para montarnos a los «cloud» y a los «desktop» en trenes distintos.
El tren del «nuevo» Lightroom CC va rumbo al futuro, cosa lógica. Pero mucho me temo que el tren de Lightroom Classic conduce a un destino muy distinto, y por eso me subo a él un poco a regañadientes.
Lightroom Classic, tren a Siberia
«Mandar a alguien a Siberia» es una expresión que tiene un sentido bastante crudo si lo tomamos en su sentido original, pero que de forma figurada, se ha mantenido hasta nuestros días para referirse a quitar a alguien de en medio para que deje de estorbar, aunque sin defenestrarlo. Simplemente, lo desplazas a un lugar donde moleste lo mínimo.
A fecha de hoy, tengo pocas dudas de que ese es el destino final de ese «tren» de Lightroom Classic CC: una Siberia donde, poco a poco, nos iremos congelando aquellos que no podamos o no queramos adaptarnos al nuevo programa. Durante un tiempo, como ya he dicho y repetiré luego, el «Classic» hará las veces de red de seguridad, no vaya a ser que el otro tren descarrile por falta de pasajeros. No sería la primera vez que tienen que dar marcha atrás (a la historieta de la actualizacion 2015.2 me remito), aunque mucho me temo que no será el caso esta vez.
Así que, dudo que el Classic tenga mucho futuro, salvo que su estrategia fracase y el «nuevo» Lightroom se estrelle – que tampoco me extrañaría, ojo, pero como ya dije en otra entrada, por ahora su intención es firme y clara: apostarlo todo por el nuevo Lightroom. Adobe ha dicho aquí que mantendrán el Classic «en el futuro previsible«, lo cual para mí equivale a decir «de momento calladitos estamos más guapos, pero cuando tengamos más llenita la saca del otro CC, igual os damos un susto«. Aparte, el nombre Classic no es que sea para hacerse muchas ilusiones – suena a cosa que pones en una vitrina o en formol. Pero tengo más motivos – seguid leyendo y trataré de explicarme, aunque para ello, como de costumbre, haré primero un pequeño viaje al pasado.
Pasado y presente de Lightroom
Desde la publicación de la versión 1.0 en el año 2007, Lightroom no ha tenido precisamente un desarrollo meteórico. Si quitamos los avances que ha ido «heredando» de Camera Raw, la verdad es que el programa ha evolucionado a un ritmo tan lento como errático, es decir, no ha habido una «hoja de ruta» o una dirección clara hacia la que fuese el programa. Ha habido mejoras, desde luego (aunque casi todas heredadas de Camera Raw, como luego comentaré). Pero, salvo por eso, todos estos años he pensado que el programa se sentía antiguo, rígido, como enraízado en una generación de software anterior. No por ello ha dejado de brillar, pero siempre me ha parecido que no había interés en desarrollar todo su potencial.
Lightroom, estrella fugaz
En su concepción, Lightroom fue un programa diseñado por fotógrafos para fotógrafos, como tantas veces nos repitieron. Gente como Jeff Schewe, Martin Evening o George Jardine (conocedores del mundo de la fotografía digital) estuvieron implicados en las decisiones fundamentales, y eso explica lo acertado del planteamiento de Lightroom. ¿Qué pasó luego con los que asistieron en el parto de la criatura y montaron su nursery? No lo sabría decir. Me imagino que participaron en ese diseño inicial, pero que luego fueron desapareciendo de escena, y solo quedó gente de Adobe como Tom Hogarty (ingeniero). El planteamiento, como he dicho, era muy bueno, pero siempre he tenido la percepción de que aquello era una idea a medio desarrollar. Los años pasaron sin que ni la interfaz ni el diseño del programa se pusieran al día. Lightroom quedó reducido a una especie de repetidor de Camera Raw, como detallaré en el siguiente apartado. Que no es que sea algo malo, pero sabe a poco.
Supongo que el proyecto acabó en manos de ingenieros que serían muy capaces en lo suyo, pero que no tenían una especial sintonía con las necesidades reales y cotidianas de los fotógrafos, ni compartían la pasión de aquellos «padres fundadores». Cosa que, desde luego, no es nada rara en el mundo del software – quienes desarrollan el programa no suelen corresponderse con el perfil de quienes lo usan. Pero hablando del caso de Lightroom, aquí podéis leer una entrevista muy reciente con Hogarty (en inglés) donde se evidencia que sus intereses están en la inteligencia artificial, las capacidades de los últimos móviles de Samsung y Apple y otras sofisticaciones por el estilo. En su perfil de Linked In, el propio Hogarty se presenta como «ejecutivo líder» experto en introducir nuevos productos e innovaciones.
Evidentemente, innovar es importante y es necesario que alguien ejerza ese papel de visionario tecnológico en una empresa como Adobe. Pero en lo que se refiere a Lightroom, y desde el punto de vista del fotógrafo de a pie que se gana la vida pulsando el disparador, también hace falta alguien «con los pies en el suelo» fotográficamente hablando. Y creo que ese perfil ha faltado… o quizá nunca lo consideraron necesario.
Lightroom, reducido a Camera Raw
Redundando en lo anterior, vale la pena señalar que en los últimos años, casi todas las novedades y mejoras de Lightroom han sido, en realidad, mejoras de Camera Raw, que ya existía antes de Lightroom y seguirá existiendo tras el deceso virtual de este. Si en cualquier versión del Lightroom «tradicional» acudimos al menú Ayuda>Acerca de Adobe Photoshop Lightroom, veremos la siguiente pantalla, donde se nos indica qué motor de Camera Raw se esconde bajo el «chasis» de su interfaz:
Evidentemente, esto no es algo malo, al contrario: contar con la tecnología de Camera Raw es uno de los puntos fuertes de Lightroom. Y, en todo caso, implementar las mejoras de ese motor en Lightroom no se hace solo: ahí hay un trabajo, si bien es más de mantenimiento que de desarrollo.
Yo defiendo que Lightroom estaba llamado a ser algo más que el módulo Revelar envuelto para regalo. Si hablamos de mejoras propias y específicas de Lightroom en ámbitos que no dependan de Camera Raw, creo que la única destacable en los últimos 4 años y pico, desde Lightroom 5, es el reconocimiento de rostros. He estado haciendo memoria e investigando un poco, pero es que no encuentro nada más (repito: hablo de mejoras relevantes y específicas de Lightroom).
Las otras mejoras introducidas en este periodo (panorámicas, hdr, borrar neblina, etc.) han sido heredadas de Camera Raw, y a veces incluso con retraso, como en «el extraño caso de ACR 8.5«, donde el nuevo pincel de los ajustes locales apareció en Camera Raw pero tardó meses en llegar a Lightroom. Desde este punto de vista, creo que resulta evidente que Lightroom lleva años en un estado de semi-abandono en cuanto a desarrollo, sin voluntad de llevarlo a ninguna parte desde Lightroom 4, la última versión del programa que sí recibió un impulso importante (se añadieron mejoras significativas, independientes de Camera Raw, como el módulo Libro, el módulo Mapa o la vista de prueba).
Desde entonces, como decía, se acentúo dicho estancamiento, algo que he lamentado a lo largo de los últimos años, como hice en la siguiente imagen en la que pedía al equipo de Lightroom que no lo dejase en la estacada (imagen publicada en esta otra entrada).
Caso de estudio: Lightroom Classic
Tomemos como ejemplo la actualización más reciente, Lightroom Classic, que debía poner al día Lightroom CC 2015, una versión publicada hace más de dos años y medio. Cabría esperar un auténtico «empujón» en su desarrollo. Sin embargo, fijaos en sus mejoras:
- Nuevas máscaras de rango: Es una mejora de Camera Raw
- Nueva versión de proceso: Es una mejora de Camera Raw
- Nuevo algoritmo de la máscara rápida: Es una mejora de Camera Raw
- Nuevas vistas previas incrustadas: Es algo tan simple como «pausar» la generación de la vista previa si eliges «miniatura incrustada» al importar. Es útil, pero seamos sinceros, cuesta considerarlo una mejora. De hecho, debería haber funcionado así desde el principio. Y, en todo caso, sigue yendo lento a pantalla completa (el modo al que se accede con la tecla «F»).
- Mejora de rendimiento: Viene a ser como la corrección de fallos y otros comodines presentes en cualquier actualización. De nuevo, es una mejora muy bienvenida, pero tampoco nos engañemos – si hacer que algo funcione como Dios manda se convierte en novedad destacada, es que algo no se había hecho bien.
Lo que pudo ser y no fue
Contar con las mejoras de Camera Raw es un grandísimo punto a favor, pero no solo por su valor propio como sistema de revelado, sino también por cómo permite articular la conexión entre Lightroom y Photoshop. Ya lo he dicho muchas veces. Pero, dicho esto, ¿para eso se creó Lightroom, para acabar siendo un mero repetidor de Camera Raw? Nos hemos acostumbrado tanto a esta mecánica, que hemos acabado perdiendo la capacidad de imaginar lo que podría haber incluido un Lightroom vivo y ambicioso:
- Una interfaz moderna con espacios de trabajo flexibles y personalizables que, además, permitan adaptar a nuestras necesidades el uso del segundo monitor.
- Un sistema de visionado rápido, tanto de vistas previas de LR como de jpegs incrustados (tipo FastPictureViewer) a pantalla completa real, con zoom instantáneo para comprobar foco, comparación de varias fotos simultáneamente y más ayudas (focus peaking, etc.) que permita llevar a cabo la criba inicial (descartes, selecciones) con muchas más soltura y velocidad.
- Liderar (y no ir a remolque de) las mejoras de Camera Raw, por ejemplo, renovando el concepto de ajustes locales para trabajar por capas con máscaras, y no por herramientas ligadas a un panel.
- Funcionalidades de tethering avanzadas (disparar con la cámara conectada) – ya existe, pero es primitivo y palidece si se compara, por ejemplo, con CaptureOne.
- Permitir una edición de vídeo ligera, una vía que se abrió en Lightroom 4 y que, salvo por alguna mejora en el módulo Proyección, luego quedó abandonada.
- Un buen gestor de «presets» de revelado para organizarlos mejor y permitir la previsualización a pantalla completa al pasar el ratón por encima.
- Un modo de fotolibro que nos permita trabajar con libertad y crear diseños a nuestro gusto.
- Inclusión de algún tipo de paquete de plugins o efectos avanzados que vaya más allá de Camera Raw, para usos más artísticos o creativos sin tener que pasar por Photoshop.
Y muchas cosas más. No es que ninguna de estas en particular sea decisiva, al contrario, seguramente las más interesantes ni se me hayan ocurrido. No quiero llamar la atención sobre ninguna en particular, solo son ejemplos con los que intento «estimular» la imaginación y contraponer la imagen de este Lightroom «a remolque» de Camera Raw, contra la idea de lo que podia haber sido. Entiendo, claro está, que tal vez no sea un producto con tantos usuarios como para justificar la inversión necesaria en un desarrollo de este tipo. A lo mejor no era posible, soy consciente.
Pero yo, desde las primeras versiones, creí que íbamos en esa dirección, que aquello solo era el principio. Supongo que me equivoqué, pero en ese sentido, me produce una gran pena tener la impresión de que todo está terminando cuando yo creí que apenas comenzaba. Pensaba que a Lightroom le esperaba una larga historia, como la de Photoshop, Illustrator, Premiere y otras grandes aplicaciones que se superan a sí mismas con cada actualización.
¿Futuro?
Y aquí quería ir yo a parar en esta entrada para explicar por qué no me convence lo de montarme en el otro tren: si en todo este tiempo Lightroom no ha recibido demasiado impulso y ha demostrado todavía menos ambición, ¿qué cabe esperar para este «Classic» a partir de ahora? Todos los esfuerzos van a estar comprometidos en la nueva aplicación, cosa lógica siendo el «bebé» de la familia. Por otro lado, tras tanto parche y retoque, el código de Lightroom Classic debe de ser ya un auténtico campo de minas para cualquier programador. Tiene que ser complicado meterle mano para introducir mejoras sin que la cosa se descuajaringue por las cuatro esquinas.
Así que no, no le veo mucho futuro. No ya en el sentido de que continúe o no (que también), sino en cuanto a que el concepto original de Lightroom pueda ir más allá. Esa es, al menos, mi impresión. Ojalá me equivoque, pero creo que por más rollo cloud-centric / desktop-centric que quieran vendernos, la realidad es que Adobe lo ha apostado todo a un solo caballo, y no es este.
Como ya he dicho en más ocasiones a lo largo de esta serie de entradas, creo que si Lightroom Classic se mantiene de momento, es solo como red de seguridad, tanto para nosotros los usuarios, como para ellos, porque tampoco creo que las tengan todas consigo. Si consiguen que lo otro «tire» y ven que ya pueden prescindir de este «colchón», no dudarán en retirarlo. Podremos seguir usando Lightroom «Classic«, pero ya como producto que ha finalizado su ciclo de vida, sin actualizaciones ni soporte. Por eso no me hace mucha gracia que me digan que si no me gusta el nuevo, siga con este, porque si los últimos años ya veía un futuro dudoso, ahora pinta peor. Me cito a mí mismo en algo que dije el pasado mes de mayo de este mismo año, en los comentarios de una entrada, refiriéndome a Lightroom CC 2015:
«(…) otros programas como C1 o On1PhotoRaw tienen claramente futuro, pero con Lightroom yo ignoro que va a ocurrir. Tanta especulación que hay con si habrá un Lightroom 7 o solo una versión CC, yo a veces me temo que puedan decir que Adobe abandona Lightroom oficialmente, aunque podría ser que sacasen otro programa en su lugar.» (fuente)Carlos A. Oliveras (Photoshopeando)
Una parte de este pronóstico, la de un nuevo programa que reemplace Lightroom, ya se ha cumplido con Project Nimbus (o sea, este «nuevo» Lightroom CC). La otra parte, la del abandono, me temo que esté hoy más cerca que entonces.
Cuando el destino nos alcance
Me temo que un día no tan lejano pudiéramos encontrarnos con un comunicado de este tipo:
Lo adornarán un poco más, quizá adornándolo con algún toque emotivo de despedida, pero bueno, ya os hacéis una idea. Una vez nuestro tren llegue a Siberia, allí nos quedaremos.
Pero por si aún tenéis dudas de lo que nos espera, leed la siguiente entrada para confirmar en qué tren se han montado Mangalick, Hogarty y compañía.
AnteriorSiguiente
Comments
Estoy disfrutando MUCHÍSIMO con tus artículos sobre el rumbo de Lightroom. Es verdad que tendemos a compartir más lo que no nos gusta que lo que nos gusta, así que me comprometo a compartir en mis redes sociales tus textos estos días.
Me ENCANTA como escribes, es un auténtico placer ver como citas de aquí y de allá y te vas al arte, historia, política para sacar analogías como la de Marx.
Eres un tipo muy interesante, Carlos, gracias por tus textos y tus vídeos que han ayudado a más de un amigo y amiga que se iniciaban en el revelado digital.
Un abrazote.
Andrés: Gracias por tu comentario, lo celebro… la verdad es que algunas referencias quizá son un poco raras por la mezcla entre LR y otros géneros tan distintos, aunque al final hay paralelismos y analogías en todo. ¡Muchas gracias de nuevo!