En el vídeo de hoy, la técnica ilustrada no es nada del otro mundo, pero pretendo que sirva para recordar, o incluso activar por primera vez en algún caso, la idea de que al ir a hacer la foto, es muy útil tener presente lo que luego podemos hacer en Lightroom/Photoshop. De este modo, podemos hacer pequeñas (o grandes) modificaciones en nuestra forma de tomar la imagen, para obtener de este modo archivos que luego nos faciliten la puesta en práctica de nuestros conocimientos, sea combinando varias exposiciones, formando una minipanorámica, corrigiendo una perspectiva o, como en este vídeo, recuperando porciones «vacías» de una foto, en vez de encontrarnos frente al ordenador lamentando que en el momento de hacer la foto no se nos ocurriera todo eso que ahora, cuando ya es demasiado tarde, sí nos pasa por la cabeza. Yo creo que esta conexión acaba surgiendo de forma espontánea y poco a poco, se va integrando más y más con nuestra técnica fotográfica, pero si no surge automáticamente, quizá debamos hacer un pequeño esfuerzo para empezar a establecerla. Uno puede ir aprendiendo más y más cosas sobre el tratamiento de la imagen digital, pero si las conservamos en un compartimento mental distinto al del momento de hacer la foto, no les sacaremos tanto provecho.
También vale la pena decir que en ocasiones nos puede surgir la duda de si es mejor sacar algo bien en la cámara, o confiar en corregirlo a posteriori en el revelador. Aunque creo que todos entendemos la pregunta, esta forma de plantearla incluye de forma involuntaria una insidia un tanto perversa: parece dar a entender que se pueda hacer la foto mal y luego apañarla. Y si bien eso es perfectamente posible y puede salvarnos en alguna ocasión, no es la filosofía de la que estoy hablando. Por eso recomiendo que cuando nos formulemos esta cuestión, lo hagamos en unos términos ligera pero significativamente distintos: ¿es mejor sacar algo perfecto en la cámara, o solo lo bastante bien para poder perfeccionarlo luego? ¿En qué debemos invertir nuestro esfuerzo cuando sea posible elegir?

El blanco y negro es una de esas cosas que es más recomendable ajustar en el ordenador que en la cámara. Y si hablamos de poner la foto del revés, ya no digamos, a menos que alguien te sujete colgado boca abajo.
El criterio que a mi juicio debería guiarnos a la hora de tomar esta decisión debería ser puramente práctico: cuando hacemos una foto, nuestro tiempo y capacidad de concentración son recursos limitados, así que pienso que lo ideal sería invertirlos en aquel medio (cámara u ordenador) que nos proporcione el mayor rendimiento para esa cuestión en particular, es decir, aquel medio que nos permita obtener el resultado buscado con el menor esfuerzo. E incluso así, esto no proporciona un criterio universal: por ejemplo, lo ideal sería no tener que rotar la imagen en el procesado -la pérdida de reescribir píxeles es mínima, pero existe. Ahora bien, ¿compensa perder unos segundos extras en el momento de hacer cada foto, ayudándonos de un nivel electrónico o de burbuja si fuera necesario, para ahorrarnos luego ese paso? En fotos que podamos hacer con calma, puede que sí. En fotoperiodismo (especialmente el deportivo) o fotografía callejera, perder más tiempo del imprescindible en preparar la toma puede marcar la diferencia entre una imagen valiosa y una toma que va directa a la papelera de reciclaje, si bien son disciplinas donde se aplica poco más que enderezado, recorte y ajustes generales. Del mismo modo, por supuesto, una relajación técnica excesiva cuando estamos con la cámara en las manos puede dejarnos sin opciones cuando nos sentemos delante del ordenador: uno de los mejores ejemplos es el de las fotos desenfocadas o trepidadas, que tienen mal arreglo en Photoshop y que se producen por elegir mal los parámetros de exposición (o por causas relacionadas como no tener en cuenta la distancia focal, no valorar el movimiento del sujeto o, simplemente, no sujetar correctamente la cámara). Esta relajación puede ir incluso más allá de lo puramente técnico: a mí siempre me perseguirá una experiencia en particular en la que tenía que hacer unas fotos de un objeto que tenía algo de polvo. Por pura vagancia, me abstuve de pasarle un trapito, pues me pareció que las motas de polvo, además de escasas, serían poco visibles en la toma, si es que llegaban a verse, en cuyo caso serían 4 clics de ratón. No tuve en cuenta que la luz del flash mostraría un aspecto muy distinto al que observaba a simple vista, revelando infinidad de micro-partículas en la superficie del objeto, y peor aún, no consideré que iba a hacer unas cuantas tomas: el aspirador o la gamuza se pasan una sola vez, pero el clonado se ha de repetir individualmente para cada foto, multiplicando el trabajo necesario hasta extremos desproporcionados. Aquello se me ha quedado grabado: ¡acabar perdiendo horas y horas por algo que se podría haber resuelto en un minuto!

Esta es una foto donde muchos elementos han sido añadidos en Photoshop. Sin embargo, me habría sido imposible crear esa expresión y gesto de la modelo si no hubieran estado ahí desde el principio.
Un ejemplo todavía más refinado lo constituye cualquier retrato: si no consigues que el retratado sonría correctamente, con naturalidad, va a ser casi imposible redibujar su expresión facial a golpe de licuado – se puede intentar, pero los humanoides somos muy sensibles a todo lo relacionado con rasgos faciales. En cambio, un botón mal abrochado, una arruga en la ropa o una corbata descentrada tienen solución photoshopera, y el arreglo, si se hace bien, es indetectable – aunque de nuevo, si es una sesión de muchas fotos, cuando tengamos que corregirlo foto por foto vamos a maldecir la hora en que no dedicamos unos segundos a repasar estos detalles de la ropa o los complementos. Aquí ayuda un montón tener un estilista o simplemente un ayudante que esté pendiente de estos temas. En este caso, ya no es usar bien o mal la cámara o Photoshop, sino de nuevo, plantear la escena con los recursos apropiados (insisto en ello porque a veces se atasca mucho el «debate» en cámara/Photoshop, pero la realidad es más amplia). Siguiendo con el tema del retrato, un gran ejemplo del uso de Photoshop previsto con antelación son las fotos de grupo: a partir de 3 personas, las posibilidades de que alguien salga con los ojos cerrados se disparan, así que en un grupo de 8 o más, ni te digo. En estos casos, tomar varias fotos seguidas (sin dar tiempo a que se muevan) pensando en «rescatar» ojos cerrados posteriormente en Photoshop es una de las mejores ideas que podemos tener. Seguro que quien cerraba los ojos en una foto, los abrió en otra. Si sale con los ojos cerrados en todas, es que estaba dormido o en trance. El asunto, en definitiva, es que no creo que haya una ley universal, pero hay unos casos más claros que otros.

Este ejemplo, descrito en un tutorial, constituiría un caso extremo donde más que de fotografía, quizá hablaríamos de imagen digital en sentido amplio.
Ya que estamos filosóficos, quiero aprovechar esta entrada para abordar una cuestión relacionada que me parece interesante: hay quien sostiene la teoría de que hacer bien la foto en la cámara, sin reparar en tiempo y esfuerzos para ello, es intrínsecamente más valioso que obtener un resultado exactamente idéntico, pero obtenido parcialmente en el ordenador, y que además esto otorga al autor de la foto una superioridad moral incontestable frente a quien consiga ese mismo resultado por cualquier otro medio. No sé si esto es así, porque mal que nos pese, la moral, el bien y el mal, son conceptos subjetivos. Así que es el típico debate que yo dejaría para foros y sitios por el estilo, pero incluso así, me gustaría quedarme con la cara más positiva de esta visión: la de disfrutar con el proceso de hacer la foto, y hacerlo sin complejos. Que no es que no se pueda disfrutar procesando, pero como siempre procesamos sentados en un sitio, y las fotos las hacemos yendo por ahí, creo que nos es más fácil encontrar placer con la cámara colgada del cuello que con el ratón en la mano. De hecho, quizá algún día escriba una entrada sobre fotografía y «mindfulness» – cómo hacer fotos (especialmente por placer, como aficionado) ayuda a conectar con el momento presente, con la realidad de nuestra vida, lo cual puede aportar grandes beneficios a nuestra paz interior y salud mental. Y si para disfrutar y conseguir eso hemos de ser un poco menos productivos o eficientes, firmo ahora mismo, porque tampoco quiero supeditarlo todo al resultado puro y duro: considero que el proceso importa, y no solo por su capacidad para hacernos disfrutar más, sino por el hecho de que, irónicamente, renunciar en parte a un resultado perfecto, puede inducir un estado mental más enfocado, más sereno y alegre que acabe redundando en un mejor resultado, con lo que esa aparente falta de criterio práctico puede acabar siendo beneficiosa en todos los sentidos. Pero igual de justo es advertir de que podemos empezar a deslizarnos por una pendiente resbaladiza si damos por hecho que hacer las cosas de una forma tiene más «mérito» que hacerlas de otra – la consiguiente «inflamación» del ego puede llevarnos a confundir ese «mérito» con el valor estético de la foto. Peor todavía, si al vernos incapaces de hacer una buena foto, nos complicamos la existencia para tratar de compensar nuestras carencias artísticas impregnando la toma de un presunto sentido «épico» (un mérito artificial), y lo hacemos amparándonos en algún tipo de idealismo o compromiso con la «realidad» (la realidad, ¡cuánto podríamos hablar de esto!), podemos terminar con una maravillosa colección de palmaditas en la espalda y un puñado de fotos mediocres. ¿Es eso lo que queremos? ¿Tanto vale el «mérito» en una foto? Pues, contrariamente a lo que parezca, quizá sí valga algo. Siga usted leyendo, amigo lector, porque la cosa se complica.
La relación entre mérito y estética en la fotografía es una cuestión que me parece tan interesante como compleja. Por un lado, como dije más arriba, considero que lo más sensato es guiarse por criterios utilitaristas (prácticos) y no caer en la tentación de confundir -interesadamente a veces- mérito y valor estético o artístico. Por ejemplo, suponed que una persona os muestra esta foto de su autoría, y os pide que la valoréis del 0 al 10:
Si luego esa persona os dice que, voluntariamente, hizo la foto a la pata coja, sosteniendo la cámara con una mano y buscando una combinación de valores de exposición cuya suma (diafragma, denominador de exposición y velocidad ISO) terminase en 24 porque esa es su edad, ¿revisaríais al alza esta valoración, atendiendo a ese concepto de «mérito«? Yo creo que no – por un lado, si se ha complicado la vida es cosa suya, y por otro, se haría extraño que un dato totalmente desconectado de la dimensión visual de la obra y que además ha sido conocido con posterioridad a la exposición de nuestros sentidos a esta, pudiera modificar nuestra percepción del valor estético de dicha obra. Vale, esta frase ha sonado muy rara: solo digo que uno espera que las cosas le gusten o no le gusten, sin más, sin que tengan que explicártelas, porque los gustos se «sienten», no se «explican». ¿O no?
Quizá no, o no del todo. Mirad ahora esta imagen, titulada «Avión versus ave«:
Es posible que antes siquiera de valorarla ya surjan recelos y os preguntéis si es real o el pájaro está «pegado» encima. ¿Valoraríais igual la imagen en función de si es, realmente, la instantánea de una de esas sincronicidades mágicas de la vida, o un mero apaño que se vale de ese deseo de ver escenas únicas para seducir al espectador colándose por la puerta trasera de sus anhelos? Voy a saltar de párrafo por si queréis deteneros a pensarlo, y así aparte dejamos que pase el aire, porque la frasecita que me ha quedado ha sido tremenda.
Bien, antes de nada, una buena noticia: es una imagen real que ocurrió por pura casualidad. Yo afotaba ese avión, y al darle al disparador se cruzó ese pajarraco entre mi objetivo y la aeronave. Aunque también podríamos recurrir a aquello que dijo Picasso de que, «cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando«. De hecho, bien pensado no es el mejor ejemplo, pues quizá aquí cabría hablar más de suerte que de mérito (a menos que realmente hubiera estado una hora ahí plantado esperando que se produjese esa escena). Pero, sea como sea, ¿no tenéis la impresión de que la foto sería menos «valiosa» en algún sentido si fuera un montaje? Y, si así es, ¿esto no va un poco en contra de lo que dije antes, cuando desvinculé la percepción de la obra de las milongas que te puedan contar antes, durante o después?
Creo que parte del asunto radica en que cuando dije lo de «valorar la imagen» no maticé en base a qué. Yo tiendo a interpretar que hablamos de una valoración de su belleza, pero claro, podríamos juzgar su valor informativo o histórico, o incluso alguna cualidad del fotógrafo más que de la fotografía. Lo más probable es que, sin darnos cuenta, estemos evaluando una mezcla de todo ello en proporciones diferentes según la persona y la hora del día. Así que quizá sea, en cierto modo, una pregunta trampa. En todo caso, dejaré aquí la cuestión para que quien haya sido capaz de seguir el tostón y le haya encontrado algún sentido a todo esto, reflexione y aporte, si quiere, su punto de vista al respecto en los comentarios.

Este desconchón XL que en otro caso habría sido un defecto, aquí se convierte en protagonista. Además, me salió cortado por abajo, lo cual arruinaba la composición, así que opté por «completarlo» en Photoshop. Por extraño que pueda sonar, así lo encuentro más real que en la foto original.
Lo importante para mí ha sido, sobre todo, plantear la necesidad de unificar en nuestra forma de pensar la toma de la fotografía con las posibilidades de revelado/procesado que nos ofrece el ordenador, y en segundo lugar, guiarnos por criterios prácticos como principal referencia a la hora de distribuir el trabajo entre la cámara y el software. Pero siempre con una mentalidad lo más abierta (y humilde) posible, que contemple todo este proceso como una experiencia donde el resultado final, aun siendo el norte de nuestra brújula, podría no ser siempre el destino: quizá a lo largo de ese camino encontremos algo más valioso que redefina nuestro sentido artístico, algo que reubique el producto de la percepción dentro de un orden de cosas mayor. Algo que nos recuerde que hay luz a ambos lados del objetivo, y que lo que imaginamos puede ser tanto o más importante que lo que vemos.
Comments
¡¡Jooolínnn!!, me he leído el «tostón» (tengo tiempo y paciencia), jejejeje. Como un humilde aprendiz/aficionado a la instantánea te puedo decir que si pienso en que después me espera al susodicho Ps. No es como antes que pensabas tropecientas veces como no desperdiciar el negativo, aunque a veces algo se hacia en el minilaboratorio de casa (solo en b&n).
Venga Carlos, te envío mogollón de SALUDOS.
Creo entender de lo leído y resumiendo, instantánea manipulada en mayor o menor medida o instantánea tal cual la hemos tomado, solo tocando un poco los niveles y algo de encuadre.
Como es evidentemente, siempre existirán partidarios y detractores.
Bajo mi punto de vista las dos son lícitas, siempre y cuando se informe si han sido manipuladas o no.
Personalmente me siento orgulloso cuando consigo la foto y no tengo que apenas tocar niveles y encuadre, pero al mismo tiempo cuando la manipulo y consigo buenos resultados, mentalmente casi siempre pienso “ ¡ que bueno que soy ¡”. Así que resumiendo, siendo sentimientos prácticamente iguales, diferencian una y otra forma.
Desde siempre se han “tocado” los negativos. Antes en el cuarto oscuro mediante marginadora, máscaras, raspados y químicos (mucho mérito) y ahora digitalmente con el mérito correspondiente.
Soy consciente que no he dicho nada nuevo y que la gran mayoría piensa mas o menos así, pero me apetecía escribirlo.
Bueno no me enrollo más.
Un saludo Carlos.
El ribera del Duero no es mas que unas uvas que alguien ha manipulado y ademas con el agravante de que se cultivan y se cosechan de formas adecuada para luego manipularlas y termina siendo mas importante el manipulador o nombre de la bodega que la propia uva.
Photoshop no es una herramienta sencilla, todos sabemos el tiempo que hay que dedicarle, para moverte con un poco de soltura (gracias Carlos por tu ayuda) y muchas de las criticas vienen por aquello de que están verdes.
Disfruto mucho disparando pero siempre pienso en photoshop pues a veces hay que renunciar, al hacer la foto, a alguna cosa y cuando tengo que decidir renuncio a aquellas que luego puedo recuperar en photoshop.
Luego me alegra cuando logro a través de photoshop plasmar aquello que yo he creido ver al disparar.
Un saludo
Aúpa Carlos.
Es cosa mía o en la última foto de ejemplo se puede apreciar una forma de algo tipo cuerpo animal y medio tronco cabeza de persona femenina con algo de mala leche? Lleva una trenza…no sé…el mentón… en la zona rota, a la izda del todo de arriba a abajo…
Estupenda nueva entrada Carlos. Me ha sorprendido no oirte tan jocoso como siempre y, aun más, el plantear un tema tan interesante y subjetivo como el que has tratado.
Bajo mi punto de vista, hay una gran diferencia entre la forma de fotografiar de recién iniciado y del que tiene experiencia. Al igual que hay una gran disparidad de opiniones tanto a favor como en contra de una edición o procesado posterior.
Estoy totalmente de acuerdo en la afirmación de que se puede llegar «casi» al mismo resultado en una imagen determinada por diferentes medios, sean preconcebidos o en edición. En ambos casos, la satisfacción personal debe primar por encima de otros gustos.
Este tipo de reflexiones son de las que dan para mucho rato de charla, puntos de vista y cervezas.
Aprovecho para darte las gracias por tu trabajo y, en esta ocasión además, por permitir abrir una puerta al pensamiento reflexivo y no sólo al aprendizaje limpio y claro que tu espacio nos ofrece.
Un beso, Carlos.
Eva -Málaga-
Que no se crea Songel que todo el mundo piensa así. Yo tengo verdaderas discusiones con más de un ser humano que opina que la fotografía pierde su mérito si la retocas. Esa opinión es respetable, cómo no, es bueno que la gente opine, cuando menos, pero a mí, personalmente, me parece fácil y útil rebatirla y por ello siempre acabo metida en la eterna discusión, claro. Normalmente huyo de conflictos, que ya tengo bastantes con los míos propios, pero en este tema siempre pico, porque me parece verdaderamente injusta esa afirmación. Por todo eso que habéis dicho todos más que bien (el símil del vino de Francisco es genial). Y además porque a mí, personalmente, me pasa lo contrario. Si veo el trabajo del fotógrafo/artista me interesa la imagen, si sólo veo la realidad entre comillas del momento, por estética que sea, me aburro (la realidad me aburre, es evidente).
Yo tengo poca experiencia en este mundo (el de la fotografía, que el mundo de la realidad me lleva dando guerra mucho tiempo) pero cuando han coincidido varias casualidades y la cámara ha captado algo mágico me he alegrado mucho, cómo no, de la suerte que he tenido. Nada más. Ya sé que la cámara tenía también que estar configurada de la forma adecuada para que el instante quedase ahí todo bonito y tal y ese trabajo tiene su mérito, etc… Pero admiro más el trabajo subjetivo y siempre creativo, además de necesario, delante de la pantalla, y cuando soy yo la que estoy delante de ella pues me siento por fin dueña del mundo, el de la fotografía y el de verdad, también entre comillas…
Corros: Gracias, Plácido. Como le he dicho a alguien en Youtube, también conocí el carrete, claro, aunque mi experiencia fue escasa entre otros motivos porque cada «clic» dolía en el bolsillo. Pero eso sí, jamás revelé nada por mi cuenta. Mi mayor procesado en esa época era decirle al de la tienda «brillo» o «mate». Gracias por comentar, saludos.
Songel: Gracias por comentar. Mi intención no era abordar el tema de la manipulación, no manipulación, etc., pero en todo caso es un debate en el que raramente se me encontrará. En todo caso, mi opinión al respecto queda englobada por la que expuso Jose María Mellado en una entrevista que enlazo a continuación, desde el minuto 3:53 hasta el 10:00. No es que la palabra de nadie sea ley ni valga más que la de nadie, pero me encantó cómo lo expresó en esta respuesta, y ya que sale el tema, por si le interesa a alguien, clic aquí para verla. ¡Saludos, manipulador!
Francisco: Muchas gracias por tu comentario. Aunque ya digo que no estoy para ciertos debates, me ha hecho gracia lo de «están verdes» porque alguna vez lo he pensado yo también al leer ciertos comentarios en foros. ¡¡Saludos!! 🙂
Chris: Qué curioso, no llego a distinguir del todo lo que dices, pero tienes razón en que parece intuirse una figura de algún tipo. Si quieres ver la foto más grande, clic aquí. Quién sabe, quizá haya un mensaje demoníaco oculto, aunque nunca lo reconoceré en público, por supuesto. Gracias por comentar.
Eva: Hombre, tampoco me paso el día diciendo paridas, jaja. Pero cuando hago un vídeo intento hacerlo relativamente entretenido y tengo pocos minutos así que concentro las chorradas.
Muchas gracias por tu amable comentario, quien lo lea quedará convencido de que soy una persona prudente, sensata y equilibrada, además de un artista, claro xD Besos.
Paqui: No te alteres, apreciada Paqui-Poqui, cuasi tocaya de apellido y artista consumada. Este Songel es un conocido alborotador. Yo le borro los comentarios constantemente pero este maestro de la manipulación consigue colarse una y otra vez.
De lo otro, pues nada que añadir tampoco, bueno sí, que en mi caso cuando la cámara capta algo mágico, sé que no ha sido suerte, sino el resultado de mi gran talento xD También añadiría que bueno, tendrás poca experiencia en la fotografía pero me imagino que llevas toda la vida viendo y yo al menos suelo considerar eso «convalidable» por lo otro. Bueno, es verdad que hay quienes ven y hay quienes miran, pero es la 1 y pico AM y a estas horas yo ya convalido lo que sea. Y nada más, bueno, agradecer tu aportación! Un saludo 🙂
Para fotografia de autor, personal o artística donde lo subjetivo es primordial cualquier vía es valida para llegar a TU resultado, lo tengas preconcebido o lo descubras por el camino.
Ejemplar el simil con el vino, Francisco, yo pondría también aquel de «Todos los caminos conducen a Roma» (cualquier vía es valida para llegar a la meta).
Yo practico las dos vías que propones: el aquí te pillo, aquí te mato y luego ya lo veré en LR y el de la composición milimetricamente planificada con escaso revelado. Ambas dos me enriquecen por igual el hecho fotográfico.
Un saludo Carlos y parroquia.
Interesantísima tu reflexión y también las de los comentarios 🙂 Siempre aprendo un montón entrando aquí.
Gracias también por la ayuda del vídeo.
Un saludo.
Luis: Muchas gracias, y gracias también por identificar correctamente el tema que yo trato aquí, porque se estaba yendo el tema por unos derroteros ajenos al tema de la entrada.
María Amparo: Me alegro, gracias y un saludo.
Me gustaría hacerte una consulta,ya que nadie como tu en este programa.
No puedo abrir mis fotos en CS6,ya que se abren en una pestaña pequeña después de manipularlas en RAW.y pasar al editor.No Sé si me puedes ayudar.
Eduardo.Agradecido de antemano.
irnaedu: Hola! Sobre tu pregunta, si tal como creo entender llega a abrirse en Photoshop, ¿no te deja arrastrar esa pequeña ventana hasta la parte superior de modo que aparezca una especie de “línea” resaltada y se “enganche” ahí, y se amplíe al hacerlo? Si no lo consigues, prueba a ir a Ventana > Organizar > Consolidar todo a pestañas (no estoy seguro si esta es la traducción en castellano).
Si no he entendido bien lo que pasa, intenta describirlo con más detalle o poner una captura de pantalla, saludos!
Apreciado Carlos:
Te envio unas fotos del caso que nos ocupa,como lo inicio y las presentaciones que hace Cs6,No puedo abrir la imagen,hasta que no la toco con el puntero,e intento arrartrarla,después se pone el fondo blanco y no puedo trabajar;La verdad no entiendo nada.
Siento las molestias que te causo.
Atte.Eduardo Galindo.
IrnaEdu: Tranquilo hombre, ¿qué molestias? Si no pudiera contestar no contestaría y ya está. Al revés, a lo mejor acabo aprendiendo algo de todo esto. Lo que pasa es que no sé por dónde me has mandado esas fotos, porque yo de momento no las veo.
La explicación que me da creo que la entiendo pero tal como dices, suena muy extraño. ¿Te pasa lo mismo tanto si abres la imagen arrastrando a la ventana de PS, como yendo al menú Archivo/Abrir? ¿Te pasa con Raws, con jpgs, con tiffs, con cualquier archivo, solo con algunos…?
Un saludo!
Me pasa con todos los archivos,no lo entiendo,Las fotos te las he enviado,respondiendo a tu último mensaje.
Las abro de todas las forma posible.Pero nada.Intentaré reembiartelas de nuevo.
Gracias Carlos.
Gracias Carlos lo intentaré de nuevo.Eduardo
Después de releer el artículo, me doy cuenta que en un primer momento no he captado la intención de Carlos, cosa que lamento profundamente por haber derivado hacia otro tema.
Te pido disculpas Carlos.
En la entrevista a José Maria Mellado del que pones el enlace, creo que en esencia es lo que era mi intención decir y observo que no he conseguido que se me entendiera, pero como no es ese el debate, no es mi propósito aclararlo.
Aprovecho para enviar un saludo a todos.
Hola Carlos:
Desde luego el artículo es muy bueno . Te explicas muy bien sobre cualquier cosa. La verdad es que yo personalmente, cuando puedo hacer panorámica de varias fotos y pienso que las tengo que exitar, siempre pienso en su enfoque para tener que trabajar lo mínimo con Ps. Siempre tampoco puedes estar pensando en todo. Como tú, pienso que en todo arte, el que mira el trabajo cinal es el que decide, sui generis, si le gusta o no. Todo es Subjetivo.
Lo que de verdad me ha gustado han sido todas tus disquisiciones sobre la filosofía de la fotografía. El artículo podría haberse llamado : FILOSOFIA Y SEMANTICA SOBRE EL ARTE DE LA FOTOGRAFIA. Por Carlos A. Oliveras. A que suena bien eh!. Lo dicho un comunicador nato. Saludotes.
Songel: No te has de disculpar, solo faltaría, lo que pasa es que es un debate en el que yo no voy a poder decir nada y tampoco querría que alguien que no haya leído la entrada, mire solo los comentarios y se haga una idea inexacta del asunto que he tratado. Pero más allá de eso, sobra decir que puedes opinar, matizar o incluso rebatir al resto de grandes manipuladores que han publicado aquí sus comentarios! Gracias en cualquier caso por tu comentario, muy valorado como todas tus aportaciones.
Fernando Hernández: Muchas gracias, aunque si quieres que te sea sincero, cada vez que suelto una parrafada de estas en el blog, luego paso varios días arrepintiéndome, y si no lo borro es simplemente porque solo haría que empeorarlo. Debería ceñirme a tutoriales y dejarme de estos rollos patateros, o sea, se me da muy bien la palabrería, pero es que realmente creo que tengo formas más provechosas para todos (yo incluido) de invertir el tiempo – lo único que he conseguido es que Plácido (corros) haya terminado con dolor de cabeza, que Songel pueda haber pensado que no valoro sus aportaciones, que Paqui se pueda haber sentido molesta con algo, etc. Tampoco ha sido una catástrofe pero no me quedo satisfecho tampoco, claro (aunque comentarios como el tuyo por supuesto animan). De hecho me pasa lo mismo con algunos tutoriales en los que trato temas un tanto técnicos o rebuscados; luego pienso «para que me meto en estos líos, si lo que la gente quiere son cosas más prácticas». Pero tiene su lado positivo porque en el fondo es como un «reto» para mí mismo el ser capaz de ir eligiendo mejor los temas y superar esta tendencia. Por último, un secreto para ser un gran comunicador: dejar el teléfono descolgado xD (vale es muy malo pero tenía que decirlo) Gracias y saludos!! 🙂 🙂 🙂
Hola artista!Enhorabuena,el video me ha gustado y he disfrutado mucho leyendo este texto.
Muy bueno tu artículo,me siento identificádo y me ha resultado motivador.
Saludos
Sunn: Muchas gracias por el comentario y por la paciencia para leer la «disertación» 🙂 Gracias, saludos!
Estoy leyendo por aquí… Mi raciocinio está limitado o no tengo sentimientos, porque no me molesta nada que te molestes en leer mis desvaríos que, con agradecida confianza, dejo por estos rincones sin pudor, y tampoco me molesta que te molestes en responderlos todos, sin dejar uno, con tu infinita paciencia, en este tranquilo blog… Y me alegro de que se desviase el asunto sin querer porque así escribiste sobre Mellado y aprendí un poco más. Si me equivoco aquí, no me importa, porque no pasa nada. Y no necesito pedir disculpas.
Ahora sí, disculpa que me tome la libertad de pedirte dos cosas: No te pongas límites y olvida la palabra debería, es muy absurda esa palabra… Así que, escribe y calla (contradicción aparente que tiene su sentido… xD). Saludos hasta la siguiente entrada cuasi tocayo de apellido 🙂
«Poqui»: Sí, señor! Digo, señora! A la orden señora! Lo que mande, señora! Debería haberlo sabido señ… digo, no debería, o sea… bueno, ya me entiende usted! Gracias por comentar 🙂 Saludos.
Ya, Paqi, lo que pasa es que el pudor que uno tiene es de «naturalez genetica» y muy dificil de saltarsela, mas aun cuando uno sabe que tiene parroquia y que esto del internete tiene memoria infinita con vocacion de permanencia eterna.
🙂
Lo primero agradecerte estos vídeos en los que he aprendido la mayoría de lo que sé.
En mi caso, tengo que confiar muchísimo en lo que pueda hacer con el PS porque ando tan escaso de equipo como de capacidad artística, así que confío más en mi pericia técnica que en mi genialidad como fotógrafo.
Hay fotos que permiten controlar más todos los detalles, como los bodegones clásicos a los que soy muy aficionado, con la única limitación de equipamiento: iluminación, etc., que intento suplir con las cosas más peregrinas que tengo a mano, y nivel de cámara, que eso no sé cómo suplirlo a no ser con mucho trabajo en la preparación.
Pero otras fotos ya cuento desde el primer momento con utilizar luego el PS porque mi cámara se positivamente que me va a dejar con el culo al aire … pero es lo que hay.
Así que entre mis amiguetes me tienen por mejor photosopero qu fotógrafo. A mí me da lo mismo, supongo que Dalí, Goya, Sargent, Velázquez o Rafael utilizarían los mejores pinceles y pinturas que pudieran conseguir y nadie se planteaba si era mejor o peor aprovechar las mejores herramientas, sino el resultado.
Sigo ansioso tus vídeos. Gracias de nuevo.
Luis: Gracias por comentar.
Tonet: Gracias por tu comentario. Efectivamente con PS podemos sacarle más partido técnico a la cámara, reduciendo ruido, compensando las aberraciones o distorsiones de ópticas «no muy buenas», o incluso simulando el desenfoque si no tenemos lentes lo bastante luminosas (cosa que a mí no me gusta hacer pero bueno es una opción), aunque todo esto también tiene sus limites, claro. Un saludo.
Muy buena nota… y coincido con la mayoría de los post en el sentido en que todos los medios son buenos a la hora de expresarnos como artistas… O aspirantes…
Saludos.
Muchas gracias Eduardo Julio, un saludo! 🙂
como siempre genial!!
Muchísimas gracias, señor Jordi 🙂
Un artículo brillante, Carlos. De los de releer y sacarle mucho jugo. Tú aquí hablas de Photoshop pero algunas ideas creo que son también extrapolables a Lightroom. A mí también me parece que es muy interesante hacer la foto pensando de antemano en lo que se va a poder hacer después.
Por tu forma de trabajar y por el resultado que veo en tus fotos, sigues siendo un referente para mí y para todos los que, como a mí, con tus fotos, con tus vídeos y con tus escritos, nos transmites la ilusión y las ganas de querer seguir aprendiendo fotografía. ¡Muchas gracias!
Silvia: Gracias por tan entusiasta comentario. En primer lugar, desde luego que sí – en mi arrebato pseudoliterario se me fue de la cabeza, pero por supuesto lo mismo vale exactamente igual (conceptualmente) para Lightroom. De todos modos cuanto más leo esta entrada menos me gusta, creo que el texto toca demasiadas teclas y que son cuestiones para analizar como Dios manda o si no, no decir nada, en vez de crear este potaje que dentro de todo apañé bastante bien teniendo en cuenta el jardín en el que me metí, pero que sigue siendo un concentrado un tanto metido con calzador.
En todo caso me alegra mucho pensar que pueda transmitir esa ilusión y ganas pues es justamente eso lo que me arrastra a crear estos disparates y chorradas, y creo que es lo máximo a lo que puedo aspirar, así que muchas gracias por tan valioso comentario. Saludos.
Pingback: Recortar en perspectiva en Photoshop | Photoshopeando