[Nota: he publicado una entrada con más información sobre la cámara – clic aquí para leerla.]
Aunque no suelo comentar mucho los lanzamientos de cámaras, y además ya tengo faena para hoy (luego publicaré un vídeo), no podía dejar pasar la ocasión de comentar lo que acabo de leer: Panasonic anuncia una nueva bridge, y no es la enésima encarnación del concepto «megahiperzoom en minimicrosensor«: el zoom, aun siendo importante (25-400mm equivalentes, f/2.8-f/4.0) no es tan desproporcionado, y el sensor, aun siendo menor al de una réflex, no es la típica castaña de 1/2.33, sino que adopta un tamaño que cada vez empieza a sonarnos más familiar: 1″ y 20.1 megapíxeles, con una proporción nativa de 3:2 (dimensiones y resolución máxima del sensor: 13.2 x 8.8 mm y 5472 x 3648).
En dpreview.com, donde lo he visto, se han puesto como locos y a estas horas deben rozar la extenuación, pues llevan ya 4 artículos sobre el tema, que enlazo a continuación (en inglés):
• Anuncio de la cámara
• Análisis: primeras impresiones. Incluye una galería de muestras.
• Artículo de opinión: Por qué la FZ1000 no es otra superzoom más
• Uso de la FZ1000 (minigalería de fotos con comentarios sobre el uso de la cámara)
• En quesabesde.com la cobertura es algo menor, pero está en español: clic aquí para visitar sus primeras muestras e impresiones
• Por último pero no menos importante, aquí un pdf informativo del fabricante con información y datos en castellano.
La camarita es un tochazo de mucho cuidado, como veréis en las fotos, pero además de las anteriores características, tiene otras muy llamativas: graba vídeo 4K (cosa que a mí me da igual, pero para los videógrafos de hoy en día es cada vez más apreciado), el sensor como hemos dicho es de 1″, la ráfaga es de 12 fps y tiene una velocidad de obturación máxima de 1/16.000… o eso pone a estas horas en dpreview.com (me parece un poco raro – leed más abajo porque creo que es un error). Bueno, y chorradas mil en las que no entro pero que podréis encontrar en los anteriores enlaces o buscando en google.

Las primeras investigaciones sugieren que esto no cabe ni en los bolsillos del inspector Gadget. Clic para ampliar.
Para rematarlo, aquí un vídeo promocional de Panasonic sobre el tema. Me estoy volviendo cada día más fan de estos vídeos que producen los fabricantes de cámaras – hace poco disfruté un montón del vídeo de la Canon Powershot G1X II, donde un millonario loco perpetraba todo tipo de aberraciones fotográficas (lo comenté como parte de esta entrada). Pues bien, en este vídeo… bueno, primero pongo el vídeo y ahora comento:
Como digo, en el vídeo un señor, el típico maduro con posibles que tanto gusta para esta clase de peliculillas, se va en moto hasta el quinto pino en las montañas. Ya se ve que hace día de caer chubasco, típico día en que un pusilánime como yo diría: uy, uy, yo no salgo, que me mojo (y además al desplazarme en triciclo eléctrico por mi tullidez, pues todavía me intimida más – como se me cortocircuite la batería, ahí me quedo plantado hasta que me rescaten). Pero, ¿este tío? No, este tío, además de poseer mejor salud locomotora que yo, es un aventurero: viaja en una burra potente y hasta cruza un arroyo sin bajarse de la moto para alcanzar así un lugar realmente paradisíaco donde no hay insectos que piquen, ni humanos paseando al perro, ni ciclistas haciendo el cabra. En este entorno de belleza sin par, monta la tienda de campaña (no se sabe muy bien para qué, pues luego veremos que se da un garbeo y vuelve a casa) y se va por ahí a hacer fotos de unos paisajes acongojantes.
Hasta aquí aún podíamos pensar que quizá no esté tan loco pero ya en el segundo 0:54 se despejan las dudas: hace las fotos con los dos ojos abiertos, o sea, sin cerrar el que queda fuera del visor. Aunque tal vez no sea porque esté loco: quizá es más astuto de lo que pensamos y sabe que, por mucho que esté en la naturaleza, no puede perder de vista el entorno. Todo parece muy tranquilo, sí, pero podría surgir de la nada un loco del parapente y aterrizarle encima, o tal vez lo que hace es vigilar la moto de reojo, no sea que se la manguen o le multen por haberse metido en alguna reserva protegida. Además, alguna vez confieso haber hecho lo mismo. Vale, se lo pasamos. Pero en el minuto 1:02 ya no hay duda posible, pues nuestro amigo repite su proeza del afotamiento ojiabierto, mientras de fondo aparece el texto «Calidad de imagen excepcional sin pérdida de luminosidad al pasar de Gran Angular a Tele«. ¿Eh? Entonces, el f/2.8 – f/4.0 del frontal de la lente qué significa? Aquí alguien ha perdido el juicio, porque que yo sepa, no es de apertura constante como, por ejemplo, la Panasonic FZ200.
Eso sí, a lo largo del vídeo se muestra a la perfección por qué es útil una pantalla LCD totalmente móvil y no farsas semimóviles como lo que le han puesto a la Sony RX1000 III y tantas otras. Gracias a la pantalla, el tipo hace fotos de arroyos y cuevas inaccesibles, además de afotar desde ángulos imposibles sin jugarse las vértebras lumbares. Pero volviendo a las coñas marineras, lo mejor llega en el minuto 1:52, cuando descubrimos que, en realidad, no es que tenga los 2 ojos abiertos: ES QUE CIERRA EL QUE TIENE EN EL VISOR, quizá por miedo a que le entre polvo en el ojo o vete tú a saber.
¿Qué tecnología casi-alienígena albergará esta cámara en sus entrañas, que permite hacer semejantes fotones con los ojos (perdón, el ojo) cerrado? Claro que, justo a continuación, pone superpuesto: «Captura el momento en un abrir y cerrar de ojos«. Yo creo que es un cerrar y cerrar de ojos, pero en fin. Ah, y añaden que la velocidad máxima de obturación es 1/4000. Ya decía yo. Eso me cuadra más, aunque tras haber visto lo de la luminosidad, uno ya no sabe, francamente, de qué datos fiarse. 1/4000 no es 1/16.000, pero en una cámara de este tipo está francamente bien (más teniendo en cuenta que esta no trae filtro ND incorporado).
Con el zurrón digital repleto de imágenes destinadas a ser Explores de flickr, el tipo recoge la tienda de campaña (cuyo oscuro propósito nunca llegamos a comprender), se sube a su potente motocicleta y pone rumbo a casa sin pasar por peajes ni cruzarse con locos al volante, lo cual demuestra una vez más la vocación idealizada del asunto. Pero el vídeo no termina ahí: al regreso de esta aventura en el paraíso, entra en una especie de taberna nórdica donde es recibido y agasajado por unas apetitosas rubias clónicas, cantora una de ellas (¡canta tan fuerte que se la oía desde las montañas!). Bien podrían ser su familia o simplemente unas churris a las que se liga en un periquete solo con mostrarles en la pantalla LCD de la cámara los fotones que acaba de tomar.

Como ya he dicho, el tamaño de la cámara es bien respetable. Clic para ampliar (nótese el ojo abierto – el otro está cerrado, como ya se demostró más arriba).
Qué gracia, ¿eh? Y qué chula la cámara, ¿eh? Pues se os va a quitar la sonrisa de la boca de golpe cuando sepáis cuanto nos va a costar (supuestamente) el juguete: alrededor de los 850 eurazos. Toma ya. Y no incluye el precio de la moto ni de la tienda de campaña, claro. Ni siquiera las coordenadas GPS de esas montañas de ensueño.
En todo caso y ahora sí, sin chorradas ya, la cámara tiene muy buena pinta y unas especificaciones muy llamativas. En dpreview la han probado y están muy contentos con los resultados, o eso dicen. Cabe esperar que durante los próximos días y semanas corran ríos de tinta digital analizando más a fondo las capacidades de esta nueva y fantástica propuesta de Panasonic, y comparándola con la Sony RX10, cámara de prestaciones similares: menos zoom, mayor luminosidad y un precio bastante más alto.
[Nota: he publicado una entrada con más información sobre la cámara – clic aquí para leerla.]
Comments
Ya sé por qué cierra el ojo!. Allá por el minuto 1:10 se desincrustó la cámara del mismo tras una de sus «apasionadas» fotografías (vaya sonrisa gilí que luce todo el tiempo) y se prometió a sí mismo que eso no volvería a ocurrir 🙂
Gracias por hacerme reír un rato. Así nos da menos envidia. Y no nos vamos a comprar la cámara, ¡Ala! Que les den morcilla.
Paqui: Buena teoría. La goma del ocular tiene tal forma de ventosa, que yo creo que si la aprietas contra el ojo lo mismo luego al quitar la cámara te lo absorbe en plan película gore. El tío del vídeo lo intuye y por eso cierra el ojo, para que con las arruguitas que se forman, el aire no quede atrapado, disponga de canales de salida y de ese modo se evite la succión del globo ocular. Ahora se explica todo. ¡Pero que vaya Panasonic preparando la asociación de víctimas de la cámara, porque está claro que es peligrosa! Gracias por pasar y comentar.
Carlos: Me alegro mucho de que haya resultado algo divertido y que nos quite las penas de no poderla comprar, al menos a quienes podamos sentir interés por ella (yo desde luego me incluyo). ¡Gracias por pasar y comentar, saludos!
Ay qué risa tan grande ver el vídeo después de haber leído tus comentarios… el resto del artículo está bien pero con este trozo me he partido. Gracias y saludos.
Dan ganas de ver el vídeo solo para continuar con las risas, gracias artista por tu buen sentido del humor.
Qué risas!! En todo momento se le ve el ojo izquierdo abierto haciendo las tomas, y cuando le graban del otro ángulo y se pone a mirar por el visor, cierra el ojooo… jajajaja
Silvia, Jesus, Charo: Es que esta clase de vídeos son una mina. Hacen cosas muy curiosas. Gracias por comentar, ¡saludos!
Ja, ja, jaaaa Carlos eres la hostia. Sin tus comentarios no parece una de Charlot. Pregunta a Eva Hache creo que debes entrar ya a formar parte del Club de la Comedia. Un saludote
Fernando: Muchas gracias, pero los auténticos humoristas son los que hacen estos vídeos! xD Saludos 🙂
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